viernes, 3 de julio de 2009

El Derecho a la Salud


Aquí parece que no es lo mismo el derecho a la salud que a las atenciones médicas
Basta ya de tanto abuso.

Los servicios privados de salud en este país están mal.
Es difícil creerlo o más bien entenderlo pero la verdad es esa y es fea solo viviendo una experiencia uno puede darse cuenta de que es nuestra triste realidad.

¿Cómo es posible que un paciente con una enfermedad infectocontagiosa esté dando vueltas sin ni siquiera una remota posibilidad de solución de la situación?


Ese es el caso de la Plaza de la Salud,
Da pena que la responsabilidad social que tiene sobre sus hombros el Monseñor, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, se pueda poner en tela de juicio por culpa de la política de comerciantes de la salud que tiene la deficiente y muy cara Plaza de la Salud de la cual es director y donde no hacen honor a su interés por la gente.

Presentación a esta historia que de fabulosa no tiene nada, EN Abril, mi abuela supuestamente se intoxicó con un queso blanco resulta que la llevaron a la dichosa Plaza de la Salud y entró a emergencia presentando un cuadro como de una persona en estado de coma, pues no podía ver, tenía los ojos cerrados; estaba inmóvil y solo respiraba se descartó un derrame porque en la tomografía rebeló que no tenía sangre en el cerebro lo que indicaba que había que seguir investigando. El siguiente paso era una analítica de la sangre y no se procedió a hacerla hasta que se facturara.

En espera del diagnóstico una tía y yo nos extrañábamos del tiempo transcurrido y ninguna información. Decidimos preguntar como andaba el proceso y la sorpresa fue que todavía no se tenía el resultado porque no se le había dado entrada a la paciente.

En ese momento me apresuré a hacer la facturación. Tampoco tenía nada en la sangre es decir, que todo marchaba bien pero no mejoraba y como en el chequeo de signos vitales presentó las características de una meningitis había que hacerle un examen especial.

Sin apresurarse y luego de una angustiosa espera una impresión médica arrojó el resultado. Se trataba de una meningitis y como no tenían cama disponible en el área de infectología, era necesario sacar a mi abuela de la Plaza para llevarla a un centro de salud donde hubiera cama vacía. APRÓXIMADAMENTE A LAS 2:00de la mañana aún no teníamos ambulancia pues los servicios privados sobre pasaban los 3000pesos que son similares a oro molido en una madrugada cualquiera, de un día cualquiera de tu vida cotidiana y por tanto no andas con una cantidad de dinero en los bolsillos.

Por fortuna soy empleada del sector salud aunque no de la Plaza de la salud y pude quedarme como garantía de pago ah se me olvidaba mencionar que la deuda desde el medio día hasta la madrugada del otro ascendía a la cuantiosa suma de casi RD$ 8000.00 pesos.

Para resumir resulta que de allí tuvimos que sacarla sin conocer la magnitud de la situación. El riesgo para nosotros los familiares que estábamos en contacto directo con el caso y por tanto todas las personas con las que estábamos en contacto.

A Dios las gracias que luego de recorrer tres hospitales públicos y encontrar la misma situación que no había cama logramos ingresarla en uno de ellos aunque no en la dichosa área de infectología y de igual manera gracias a Dios no era una meningocosemia ni una tuberculosis cerebral según me explicaron los médicos se debió a una bacteria menos dañina.

La razón por la que te cuento esto es porque ante una situación delicada en lo concerniente a la atención médica te empoderes y hagas lo que halla que hacer para salvar la vida de tu familiar o amigo por mi experiencia lo que a los comerciantes de la salud les importa es cobrar su dinero.

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