viernes, 22 de mayo de 2009

VOLAR CHICHIGUAS Y EDUCAR ADOLESCENTES


Escrito por Ginia: http://vidafamiliayalgomas.com


En Dominicana llamamos ‘chichigua’ a lo que en otros países hermanos se llama cometa, barrilete, chiringa, lechuza, pandorga, papagayo, papalote, piscucha, volador o volantín. Créanme si les digo que la primera que ha quedado altamente impresionada por la cantidad de nombres diferentes que damos al mismo artefacto he sido yo….y aún faltan más!! Pero en fin….lo cierto es que ser padres de adolescentes es muchas veces como volar chichigua.

Veamos…

Cuando volamos chichigua tenemos que halar y soltar. Si halamos todo el tiempo, no hay forma de que la chichigua vuele, verdad? Sin embargo, si soltamos todo el tiempo, la chichigua ’se va en banda’ . Esta es una forma muy dominicana de decir que se va de nuestro control y es llevada sólo por las fuerzas del viento. Cuando empezamos la aventura de volar chichigua, el hilo queda corto y vamos probando la fuerza que le hace el viento y acomodando nuestra posición con relación a la dirección de éste. Luego empezamos a soltar y halar mientras vamos evaluando la reacción de la chichigua a nuestros mandatos e indicaciones. Nos mantenemos en este ‘ tira-y-jala’ hasta tanto la chichigua finalmente se encampana, es decir, toma la altura suficiente para volar sola. En mi caso veo que mi esposo tiende a amarrar el hilo en algún lugar seguro y allí la dejamos volar por un tiempo no definido.

En un retiro de amigas de adolescencia realizado hace unos años, varias de mis compañeras eran ya madres de adolescentes. Una de ellas compartió esta ‘cápsula’ de sabiduría de su experiencia, la cual no supe aquilatar hasta que nos llegó a nosotros la hora de tener adolescentes en casa: los padres de adolescentes tenemos que lidiar con esta etapa cual si estuviésemos volando chichiguas!

Nuestros adolescentes son adultos incipientes que están dejando atrás la infancia y su total dependencia de nosotros los padres, para convertirse mañana en hombres y mujeres independientes, autosuficientes y responsables de diversos papeles en la vida y la sociedad. Durante este proceso de aprendizaje pasan de estar abajo en nuestras manos a estar arriba ‘ encampanados’ y volando solos cual chichiguas. Entre un momento y otro, a nosotros los padres nos toca soltar y halar según sean sus respuestas a nuestras concesiones de libertad y responsabilidad. En la medida que cedemos libertades, debemos evaluar su desempeño responsable y uso adecuado de esos espacios de libertad e independencia. En la medida de su respuesta, sabremos si toca halar o soltar en una nueva ocasión. Esto siempre, siempre, siempre, estará influenciado por las ‘ fuerzas y dirección del viento’ del ambiente en que se desenvuelven, de sus amistades y relacionados, de la situación que se vive en un momento determinado, de las condiciones de seguridad…etc. Sobra decir que antes que nada, estará definido por los valores y principios que rigen la vida y formación familiar y que el comportamiento de los muchachos en ese espacio de libertad, cedido por el permiso de los padres, deberá evaluarse en cuanto a su apego a dichos lineamientos.

Cuántas chichiguas sueltas en banda! Y cuántas otras deseosas de volar y mustias en las manos de quienes le sostienen…

Es hermoso el proceso de verlos hacerse adultos, de palpar su proceso de madurez. De ver con alegría cómo se convierten en seres independientes, con criterio propio. Es hermosísimo ver que de ellos mismos nacen reflexiones sobre lo que entienden que está bien y está mal en el entorno en que se desenvuelven.

Y estoy segura que será todavía más gratificante sentarnos a observar las chichiguas volando libremente con sus brillantes colores contra el cielo azul.

Qué les parece? Volamos chichigua?

2 comentarios:

  1. Sugey, es un honor ver un artículo de 'Vida, Familia... y algo más!' publicado en tu blog. Gracias por la distinción.

    Bendiciones,

    Ginia

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  2. Gracias Sugey :))

    Namaste
    susana colucci

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